Jesús y los Paraliticos

William A. Bermudez

Marzo 2024

Mateo 9:1-17

(v.1-8) Se nos presenta al Señor Jesús en este pasaje viendo en el interior de estos hombres que llevaban al paralitico, y aun viendo dentro del corazón del mismo discapacitado. Tan bueno y agradable fue lo que Jesús vio en ellos, que procedió a perdonar su pecado. Inmediatamente se levanta

la oposición de otro grupo de hombres; llenos también, pero de pecado, incredulidad y de maldad.

            Pero Jesús también viendo en sus corazones les dijo:

"¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?"

(v.1-5). Inmediatamente el hombre fue sanado de su parálisis, se fue a su casa; y las personas que lo vieron le dieron Gloria a Dios.

Aquí vemos tres tipos de llenura, en tres grupos distintos. 

• El primero lleno de fe
• El segundo lleno de incredulidad y maldad 
• Y Jesús lleno de Poder de lo alto.

¿Dónde entendemos que se contiene, y también donde se puede vaciar el poder de Dios'?

(v.9-10) Luego Jesús ve a otro hombre llamado Levi y le dice que lo siga, e inmediatamente este le siguió sin discusión; pero curiosamente terminan en la casa de este publicano en una gran reunión de publicanos y pecadores.

Levi el cual es el mismo apóstol Mateo, era un publicano, un cobrador de impuestos, era también catalogado como ladrón y pecador; aun también se les llamaba traidores porque recogían los impuestos exigidos por el imperio romano. Este sin replica alguna siguió a Jesús y lo llevo a su casa, y ofreció banquete. Este Mateo recibió perdón y salvación y en adelante fue contado como uno de los discípulos cercanos de Cristo y finalmente uno de sus apóstoles. 

(v.11-13) Un grupo de fariseos les reclaman a los discípulos que Jesús comía con los pecadores; el mismo Señor interviene y les responde de forma firme y contundente:

"Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos."

El Señor Jesús generalmente se rodeaba de personas enfermas, endemoniadas, pecadoras; para poder ministrarles sanidad, liberación, perdón de pecados y salvación.

Aunque la intención de Él era sanar y salvar a todos, incluyendo a los fariseos mismos, no podía hacerlo simplemente porque ellos resistían la Palabra y el Gran Poder de Dios en sus vidas.

No solamente es querer ser sano sino también es necesario querer ir al médico por excelencia. Y vemos que el buen doctor se mueve y visita a todo aquel que amerita de sus servicios.

             (v.14-15) Ahora los que llegan y preguntan a Jesús son los discípulos de Juan; reclamándole porque sus discípulos no ayunaban. De nuevo Jesús responde:

¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos?

Primeramente, hay que observar que el luto y el ayuno específicamente tienen un propósito espiritual, y no meramente un esfuerzo y sacrificio humano fallido. Esto lo podemos estudiar más profundamente en el libro de Isaías capítulo 58.

Generalmente una persona que está de luto, deja de comer, llora, esta triste y afligida, también se viste de negro en algunos casos(Ester4.3).

El Señor Jesús compara el estar con El comiendo y bebiendo a la mesa, con alguien invitado a una fiesta de bodas, en la cual todavía está el esposo con ellos; por lo tanto debe haber es gozo, celebración, alegría y no luto, que conforme a la costumbre implicaba abstención de alimentos, oración, aflicción del alma, y aun se vestían con ropas de cilicio (ropa de tela ordinaria y áspera) y también lanzaban tierra sobre sí mismos en algunas ocasiones.

¿De qué estamos llenos?

¿Que contiene nuestro ser?

¿Sera que estamos llenos de fe y del poder de Dios?

¿Somos odres, recipientes, o vasos dignos de ser llenados por el vino nuevo de Dios?

•  Jesús compara el tener fe con alguien capaz de recibir sanidad y salvación, con alguien con posibilidad de ser su discípulo, ser uno de sus apóstoles, con alguien que puede sentarse a la mesa con El, con alguien que puede ser pecador, pero mediante El llegar a ser un justo, con alguien que tiene el gozo del Señor por lo cual espera estar en las bodas del cordero.

•  Contrariamente alguien que no es capaz de recibir salvación de Dios, es comparado con alguien que es un incrédulo, un escriba, un fariseo, alguien que se cree justo pero no lo es, con alguien que se cree sano, pero está enfermo, con alguien que no quiere recurrir al médico por excelencia, con alguien que debería estar lleno de gozo, pero lamentablemente vive en ayuno y aflicción según sus creencias humanas, su filosofía de vida, según su religión equivocada, natural, terrenal y diabólica.

¿Somos odres viejos (viejo hombre) u odres nuevos (nueva criatura en Cristo)?

Dice la biblia que para hacer notorias, públicas y bien conocidas las riquezas de su gloria, las mostro para con nosotros, siendo vasos dignos de misericordia que el preparo de antemano para ser llenos de su Gloria (Rom9.23).

Dice también que los tesoros de lo alto los reservo para ser vaciados en vasos de barro (nuestros cuerpos terrenales) para que la excelencia del poder de Dios sea de Él y no de nosotros (2Cor4.7). 

 

(V.16-38):

Verdad Espiritual:

Solamente una persona santa. Apartada del mal, consagrada a Dios, llena del Espíritu Santo de manera Completa, puedes ser capaz de derramar poder de lo alto sobre otras personas, situaciones; y aun sobre la misma naturaleza.

 

• Solamente este tipo de persona llena del vino nuevo de Dios, solamente una nueva criatura en Cristo puede tener la fe necesaria para ofrecer salvación, sanidad, restauración, resurrección de la muerte, etc.

• Solamente alguien lleno de la Fe de Jehová Dios puede ministrar a otros (llenos también de cierta medida de fe) el Gran Poder de Dios. Abrir los ojos de los ciegos, expulsar demonios, soltar la lengua de los mudos. Enseñando, predicando el Evangelio del Reino sanando toda dolencia y toda enfermedad; alcanzando y edificando a todo desamparado y disperso que vaga como oveja sin pastor.

37 Entonces dijo a sus discípulos:

A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos.

38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

             No solo son pocos los obreros; sino que además son pocos los que verdaderamente están llenos del Vino Nuevo, del Gran Poder de Dios, llenos completamente del Espíritu Santo de Dios.

 

Pregunta: 

¿Si no estamos llenos de estas cosas divinas, de que estamos llenos entonces?

Mt 23:27

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Luc 11:39

Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.

Lc 11:44

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

           

Amen, envíame a mí, Señor Nuestro.

 

 

  

 

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